Mil disculpas a mis queridos lectores por el tiempo de ausencia. Razones personales, laborales y familiares, sumadas a un proceso de falta de creatividad y de Internet (gracias Arnet) me mantuvieron alejado, pero aquí estoy nuevamente.
Dos bajones al precio de uno. Durante mi ausencia, un blog inteligente como lo era el de El Bárbaro, que reflexionaba y se ocupaba de la realidad con una mirada ácida se terminó, y por otro lado... volvió el Peón, con su carga de delaciones disfrazadas de chimentos. Todavía no sé qué es peor.
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4 comentarios:
Lo de la falta de internet es una anécdota pero espero que se hayan resuelto tus otros quilombetes.
Se te extrañaba y eso eso es bueno y lo malo es que se haya ido Bárbaro y un horror que haya vuelto el Peón que,en realidad parece que es un trucho que se hace pasar por Yemmy.
Re-bienvenido,Pelopinchus!
Lo del Bárbaro para mí es terriiiibleeee!!!
Lo del Peón parece que es uno trucho.
Así que no preocuparos!!!
lo importante es que te liberaste de algun kilombo y vuelvas a postear, amigo
, el barbaro tambien va a volver,
y al supuesto pèon, lo miraremos con cuidado.
un abrazo.
Gracias, en algún momento retomo.
Ahora disfruto de un merecido descanso en Saint Tropez...
Lo que se llamó en algún momento Coconor, vió? El cuero me dió para 2 boletos del 160, taper con sánguche de mila, equipo de mate y caña pejerreyera.
Saludos
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