Al regresar de las vacaciones uno no puede dejar de pensar en algunos puntos, importantísimos a la hora de un balance de las mismas. Uno de esos puntos es el clima. Si no hubiese llovido toda la maldita semana, podríamos haber hecho cosas interesantes, tales como: ir a la playa, pasear, sacarse fotos, divertirse, evitar la acidez por exceso de mate, la palidez por exceso de techo, y fundamentalmente, no haber leído esa bazofia que nos vendieron como libro pasatista, ideal para las vacaciones.
¿Te ensartaste con el libro de Ileana Calabró?
¿Compraste usado el que escribieron Pablo y Pachu?
¿Te recomendaron el último de Paulo Coelho?
No te preocupes más, la división Bricolage de nuestro blog nos ha acercado la solución. Con unos pocos materiales vamos a construir un elemento que no puede faltar en tu escritorio: el señalador para libros pedorros.
Y guárdense uno para hacer justicia por si alguna vez me publican alguna de las cosas que escribí.
5 comentarios:
jajaaj,gracias lo tendré en cuenta, podés creer que al revés yo llevé libros interesantes para leer pero no me generaban mucha ganas de leer, dije.....ya que no me meto en megafarándula me compro una "pronto" o "paparazzi' para chusmear un rato, viste que son revistas de 5 a 10 minutos de lectura (eso si querés pofundisar, ja) me llevó más de una semana terminar de ver todas sus páginas!! más que un artículo de Lacan che!!! Obviamente no por su complejidad sino por lo abominables!!. Lo gracioso del chisme (por eso megafarándula) es leer los comentarios y compartirlos. Me reservas unos cuantos para el próximo veraneo?
Si alguna vez te publican las cosas que escribís no voy a usar ese señalador para hacer justicia, voy a usar dos manitos de madera que van a hacer clap!clap!clap!(aplausos) porque seguramente va a estar genial.
Muy buen señalador, uso multiple..jajaja
Tengo más candidatos para el señalador: los libros de Bucay, por ejemplo..
Jane
para los libros de coelho, bucay y demas de autoayuda , no alcanzaria ni una fabrica de esos señaladores fosforiles.
que libros de porqueria.
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