LA TV DEL VERANO

Llega el nuevo año. Y con él el calor, las calles desiertas y el tiempo libre. ¿Qué mejor cosa para matar el aburrimiento que tirarse frente a un ventilador y encender la tele? Cualquier cosa. El ventilador tira un aire tan caliente que es capaz de cocinar un peceto al viento, y la tele nos ofrece programas perecederos, o bien repite una y otra vez las mismas cosas que no tuvimos ganas de ver antes.
La programación da sensación de provisoria, de "me importan mucho los televidentes, pero a partir de abril, porque ahora no es negocio". Es como si yo les prometiera que dentro de 3 meses, en este blog podrán leer notas interesantes, chistes inteligentes... pero por ahora, esto es lo que hay.
La programación de verano es como una picada en la casa de mi tía: un par de salames, unos cuantos quesos, varias sobras y enlatados varios.
Uno en el verano puede ver: Móviles en vivo desde la Bristol, señoras gordas en mallas enterizas negras con algún cartel que indique de qué barrio vienen, bailando al son de Alcides, Pocho la Pantera o el cantante del hit del verano, que en agosto nos estaremos preguntando cómo era que se llamaba. Peleas de elencos. Tal o cual es gato. Los Simpsons. Mirtha Legrand interrumpe y pregunta las mismas boludeces de siempre, pero con el mar de fondo. Los Simuladores o el otro del niño genio, que a este paso lo vamos a ver al mismo tiempo en las repeticiones y en la cola del banco para cobrar la jubilación. Donald cantando el zucundúm hasta en el programa del padre Farinello. Chimentos enigmáticos que a nadie le importan (todavía recuerdo que el verano pasado se preguntaban quién era Rocky, el novio de una participante de Gran Hermano). Programas de relleno que no los mira ni el loro y duran sólo el verano, como Fuera de Foco.
Me acaban de informar que Fuera de Foco siguió todo el año, pero que fuera de temporada no lo miró ni el loro.
Una duda: si el programa de los gordos no continuase en el verano, ¿seguirían a dieta o largarían todo, se dedicarían a comer hasta que las mandíbulas se acalambren y retomarían sus dietas en abril?

Estaría bueno que todos hiciéramos como la tele, y el mundo sería más o menos así:
- Los diputados no harían nada durante los meses de enero y febrero. (Me acaban de informar que esto es así desde hace mil años y que además, nadie nota la diferencia con el resto del año)
- La guerra de Irak continúa, pero tirándose cascotes. Las bombas, misiles y granadas las dejan para la temporada "fuerte"
- Cristina Kirchner recibirá únicamente a personas de segunda línea, a lo sumo a Evo Morales. Los líderes mundiales vendrán a partir de abril.
- Las peleas de barras bravas serán únicamente entre suplentes o plateístas. La temporada de romper cabezas arranca en otoño.
- Las esposas no cocinan, hacen cocinar a otras, que lo hacen todavía peor (algo así como Repetto tomándose vacaciones y dejando a Pablo Codevila en su lugar)
- "Señor Gerente, es verdad que mi desempeño este enero fue deficiente, pero va a ver qué bien trabajo en marzo".

Estimados lectores, si esta nota les pareció pedorra, no se preocupen... no saben lo bueno que se va a poner este blog a partir de marzo